En el otoño de 2023, se descubrió un servidor de almacenamiento en la nube con una dirección de Protocolo de Internet (IP) norcoreana, configurado incorrectamente y ya en desuso. Este hallazgo desató una investigación que reveló un asombroso panorama: archivos diarios que fluían hacia y desde este servidor, mostrando evidencia de que animadores de Corea del Norte estaban trabajando en importantes producciones para compañías occidentales.
Entre los archivos encontrados se incluían lo que parecían ser archivos de trabajo para “Invincible“, una serie original de Amazon producida por Skybound Entertainment. Además, se hallaron archivos relacionados con “Iyanu, Child of Wonder“, una producción de Lion Forge Entertainment para HBO Max, y “Dahliya In Bloom (Madougushi Dahliya wa Utsumukanai)”, un anime japonés. Algunos de los archivos también llevaban el nombre de Ekachi Epilka, un estudio de anime japonés.
El descubrimiento de este servidor expuso un complicado entramado de colaboración transnacional en la industria del entretenimiento. Los archivos sugerían que los animadores norcoreanos estaban trabajando en estas producciones sin el conocimiento de las compañías occidentales contratantes. No se encontraron pruebas que sugirieran que estas compañías tuvieran conocimiento de que una parte de sus proyectos había sido subcontratada a animadores norcoreanos.
La historia comienza en 2023 con el descubrimiento de este servidor en una dirección de IP norcoreana. Configurado incorrectamente y sin uso aparente, permitía que cualquier persona sin contraseña accediera a los archivos que circulaban diariamente por él. Esta práctica es común en Corea del Norte, donde el acceso a Internet está altamente restringido y controlado. El servidor fue descubierto por Nick Roy, quien gestiona el blog NK Internet. Durante todo enero de este año, se observaron archivos que incluían instrucciones para trabajos de animación y los resultados de ese día. La identidad de la persona o personas que subían los archivos no pudo ser determinada, pero estos a menudo contenían comentarios de edición e instrucciones en chino, presumiblemente escritos por la compañía de producción, junto con una traducción al coreano, sugiriendo la existencia de un intermediario entre las compañías de producción y los animadores norcoreanos.